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Jarvis



Ok...es cierto, todas las reseñas que revise mientras me preparaba para asistir al recital (soy ñoña hasta para los conciertos) de Mr Cocker tenían razón en dos cosas:

Uno, no toco nada de Pulp…. nada

Dos, lo anterior no fue necesario (increíble, pero cierto).



Advierto para quienes leen que me declaro una absoluta grouppie de Jarvis!, como la mitad de la gente que estaba el Sábado 15 de Marzo en el Teatro Caupolican, todo el mundo indie/brit se revoluciono con su llegada a Chile y con su impecable show, el cual lamentablemente partió con media hora de retraso (23.00 hrs) por unos problemillas en la iluminación (me entretuve harto en la espera mirando el show de los "tramoya equilibristas" que se subían a tratar de arreglar las luces, acortaron harto mi espera de 3 horas 20 minutos).

Jarvis en vivo es, por si solo, todo un espectáculo, increíble, magnifico, excitante, envolvente, hipnotizante, en una palabra, waaaaaaaaaaaaaaaaaa!. Si, eso siento por el show que tuve la suerte de presenciar, un gran y gigante waaaaaaaaaaaaaaaaa.



Cuando a las 23.00 hrs apagan todas las luces del Teatro, parecía que se vendría abajo de los gritos, miles de personas al unísono gritando su nombre sin descansar, comienza a salir su banda, entre ellos el ex bajista de Pulp Steve Mackey, yo que estaba en cancha, debía resistir con la mayor entereza posible los empujones que derivaban en mi principio de asfixia, con tal de mantenerme en el lugar que había logrado tras mis horas de espera, sólo quería poder ver a Jarvis cuando entrara e intentar tener la mejor ubicación para presenciar lo que suponía seria un espectáculo con muchos de sus ya famosos bailes cadenciosos.




Ingresa Jarvis al escenario, y locura total, sólo recuerdo haber gritado mucho (pero, mucho!!). Primer tema “Fat Children”, el mas rockeado de los temas de su disco solista, al ingresar un fans le pasa una bandera chilena doblada, el lentamente la desdobla, se la coloca de capa, finalmente la pone sobre el micrófono, le baila sensualmente para luego tirarla con rudeza al suelo y comenzar a cantar. Y luego de este tema, sin dar tregua al público, se larga con “don´t let him waste your time” logrando mantener a todos absolutamente prendidos de su espectáculo.



Luego de esto, siguieron temas esperados como “I Will Kill Again” y “Black Magic” Los que iba intercalando con monólogos en su exquisito ingles británico, los cuales introducían el tema a seguir. Lo mejor de ésto fueron sus frases preparadas en español chilensis, tales como “buena onda” para referirse al público, “chao pescao” al despedirse en el primer final del show y “monitos” al referirse a las caricaturas que veía su hijo como parte de su preludio a “Disney Time”.



El show estuvo plagado de bailes incesantes, Jarvis demostró un absoluto dominio del público, moviéndose desde que ingresa al escenario con total soltura, recorriéndolo de esquina a esquina, e incluso tirandose al suelo en dos oportunidades. Salto, bailo, bebió cerveza Baltica (a pesar de que el evento lo auspicia Brahma), fumo un cigarrillo, toco la mano del público, y obviamente cantó.



Hacia el final, se escucharon algunos coros desde el publico pidiendo Pulp (lo que sin duda era el sueño oculto de cada uno de los asistentes al concierto), ante esto Jarvis prepara su ultima canción, un cover de David Bowie, cerrando así con una perfecta versión de “Starman”, acallando por completo los gritos de los asistentes.

Sin duda, ver a Jarvis Cocker en Chile fue, para mí, un sueño hecho realidad.

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